16/03/2024 Bosques de Ezeiza
Anotaciones sobre el Anó Grande (Crotophaga major)
Esta mañana, Cris Soto* encontró un Anó Grande en los Bosques de Ezeiza. Según su descripción, el bicho, aunque tímido, se quedó andando por el mismo lugar. Más tarde, a los pocos minutos de que le di el aviso, Dani**, que vive cerca, fue a buscarlo. Lo encontró exactamente en el mismo punto.
No tardamos en ir a buscarlo con otros compañeros del COA Zorzal Colorado y el bicho, efectivamente, seguía ahí. Ni bien llegamos lo vimos volar hasta el borde de un monte de Acacia Negra, al otro lado del arroyo, y quedó escondido entre las ramas.
Es tímido, pero no puede pasar desapercibido: es grande e increíblemente azul. La iridiscencia de sus plumas, cuando no tira al verde, tiende al violeta. Especialmente en su cola, larga como la de todos los cuclillos. Cuando vuela, la deja caer, abriéndola y cerrándola ligeramente. Se mueve entre las ramas dando saltos cortos y equilibrándose con sacudidas de cola. Similar en esto a otras aves de su familia. En general, se mantuvo siempre entre Acacias Negras, que es casi exclusivamente la única especie en ese sector.
Anda inquieto y semioculto. Levanta la cabeza de vez en cuando para vigilar a su alrededor. En general, hoy todas las aves estuvieron medio alerta porque hay muchísimo ruido de motos y cuatriciclos. Sus movimientos, como los de otros cucos, son erráticos y de apariencia torpe. No hace ningún preparamiento ni anuncio antes de largarse a volar. Cuando se posa, puede estar unos cuantos minutos sin moverse del lugar, pero sin dejar de sacudirse como si estuviera apunto de saltar.
Después de un rato mirándolo al otro lado del arroyo, él mismo se acercó a nosotros y pudimos verlo con detalle. Lo curioso es que el bicho no parece ser un adulto. Todavía tiene boqueras*** y no desarrolló de todo la cresta en el pico, característica de los Crotophaga. Esto le da un aspecto totalmente raro, siendo un ave singular de por sí. Más de una vez surgió la duda sobre si no se trataría de alguna otra especie exótica.
El Anó Grande es, en principio, un ave selvática. En Argentina, se encuentra entre la Mata Atlántica y la Selva Paranaense, pero es muy poco común en su extremo sur. La especie migra y algunas guías citan, únicamente para el verano, su presencia al noreste de Buenos Aires, es decir, en la zona del Delta. En lo más mínimo se trata de un bicho recurrente en la provincia.
Curiosamente, en abril del 2023, con Numa****, ya habíamos visto otro individuo de la especie perdido en Buenos Aires. Esto fue en caminos rurales de Alejandro Korn. A diferencia del de hoy, se trataba de una zona de campo. El bicho andaba entre un grupo de Talas aislados. Primero lo escuchamos graznar y cuando nos acercamos, aunque intentó esconderse más profundo, pudimos ver su cresta y su característica mirada de desquiciado. No tuvo problema con Numa, que se acercó para hacerlo salir y que yo pudiera sacarle una foto, ni con los Caranchos que anduvieron sobre el mismo Tala hasta que llegamos.
Sin embargo, se espantó al rato por los perros de unos cazadores que venían no muy lejos de nosotros. Incluso ellos se sorprendieron con ese pájaro. Voló hasta el monte de Eucaliptos en un casco de estancia y no supimos nada más de él.
Averiguamos en eBird por otros registros del bicho en la provincia y encontramos que, efectivamente, tiene unos cuantos reportes aislados. Incluso hay un testimonio en Neuquén. Es posible que algunos individuos, en plena migración, se desorienten durante el viaje y terminen en cualquier lado. Por lo demás, no encontramos ningún indicio de que pueda ser un ave de jaula.
**Dani Álvarez.
***[Viendo más tarde las fotos, me di cuenta de que no eran boqueras sino alguna especie de herida. Sólo estaba presente del lado derecho].
****Numa Taiel Nazar.
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